Los problemas financieros que padece la economía en México y la entrada al mercado interno de productos extranjeros, son factores que tienen a la industria textil en crisis y, como consecuencia, a la clase trabajadora que depende de ésta.
Con este trabajo expongo mi manera de mirar a los obreros de Tlaxcala y Puebla, en el altiplano mexicano, individuos en quienes reconozco que, a pesar de recibir por jornada laboral el salario mínimo, mantienen una vida de honestidad y trabajo; valores que en estos tiempos cada vez son más escasos y menos reconocidos.